EUROPA
PRESS
21 mayo
2018
Llega
a España un aparato de enfriamiento capilar que evita la alopecia producida por
la quimioterapia
La empresa Oncobel ha implantado en
España un sistema que evita la alopecia inducida por la quimioterapia, con una
efectividad del 43 por ciento en pacientes tratados con fármacos agresivos, un
87 por ciento en los menos y que llega al 93 por ciento en algunos casos.
El sistema, aprobado por la Food and Drug Administration
americana (FDA) en abril de 2017, consiste en un enfriamiento continuo del
cuero cabelludo que se aplica mediante un gorro de silicona "cubierto con
neopreno para mantener el frío", tal y como ha explicado la directora de
Oncobel, Nuria Sebastián, durante la presentación del sistema.
Tiene un circuito cerrado integrado por el que circula un
líquido refrigerante. Todo ello conectado a una máquina que mantiene la
temperatura en un nivel óptimo. Además, el tratamiento no interfiere con los
fármacos que eliminan el cáncer.
La temperatura desciende hasta entre los 19 o 21 grados a
nivel de la piel, lo que provoca la reducción del aporte sanguíneo entre un 20
y un 40 por ciento por cierre parcial de los vasos. También produce un estado
de hibernación celular, lo que disminuye el metabolismo y el cierre de la membrana
celular al paso de cualquier tóxico.
Ha de colocarse en el paciente aproximadamente 30 minutos
antes de la infusión del medicamento, durante todo el proceso y hasta una hora
y media posterior al procedimiento. Asimismo, es importante que se use desde la
primera sesión, pues a partir de este primer momento ya puede caerse el pelo.
Para aumentar su efectividad, es recomendable que el pelo esté mojado
previamente.
"Lo más importante del sistema es que el gorro quede
ajustado al cuero cabelludo", ha añadido Sebastián. Llevar el gorro puesto
no conlleva "ningún impedimento".
El sistema prácticamente "no tiene efectos secundarios
más allá de las molestias como dolor de cabeza o sensación de
incomodidad", según ha explicado el dermatólogo del Hospital Ramón y Cajal,
el doctor Sergio Vañó.
En este sentido, el abandono del tratamiento es bajo,
"menos de entre el 5 y el 6 por ciento de los pacientes", ha mostrado
el catedrático de Oncología de la Universidad Complutense de Madrid, el doctor
José Luis González Larriba. "El 90 por ciento lo describen como un
procedimiento cómodo", ha explicado.
Pero no es aplicable a todos los tumores: los líquidos, es
decir las leucemias y los linfomas, no pueden beneficiarse del tratamiento,
mientras que los sólidos sí.
Algunos hospitales privados y centros especializados ya han
implantado el sistema sin coste alguno para el paciente, igual que se ha
establecido en hospitales públicos de la seguridad social con la colaboración
de fundaciones y asociaciones para que no suponga una carga económica para el
paciente. Es el caso del Hospital de Ourense, donde durante el último año ha
estado de manera permanente.
El sistema está disponible para cualquier paciente que lo
solicite. La máquina se traslada al centro donde el paciente vaya a recibir sus
sesiones de quimioterapia para atenderle personalmente, previa aceptación del
presupuesto personalizado a cada caso.
En este contexto, "el coste nunca ha superado el de una
peluca de pelo natural", ha matizado el presidente de Oncobel, el doctor
César Sebastián.
Impacto
psicológico importante de la alopecia por quimioterapia
La pérdida de pelo por procesos quimioterápicos tiene
"un impacto psicológico muy importante" para el paciente, según ha
especificado Vañó. De hecho, entre el 8 y el 10 por ciento de los pacientes se
plantean no recibirla por el miedo a perder el pelo. "Un paciente puede
perder todo el pelo en dos o tres semanas", ha explicado Vañó,
"incluido el de las cejas y las pestañas".
La alopecia es una de las principales preocupaciones de la
población general. "Ocupa el segundo lugar, por debajo de la piel",
ha asegurado la psico-oncóloga Carmen Yélamos. En cuanto a los pacientes de
cáncer, también es la segunda preocupación más importante. La primera es
"el impacto de la enfermedad en su familia y su entorno", tal y como
ha explicado Yélamos.
En pacientes de cáncer provoca, asimismo, "vergüenza y
aislamiento social", tal y como ha subrayado Yélamos. "El problema es
psicológico y social y no sólo estético. Influye en la autoestima y produce
depresión", ha añadido, al tiempo que "recuerda constantemente al
paciente que tiene cáncer". Por su parte, el doctor González ha coincidido
con Yélamos y ha afirmado que el efecto que produce la alopecia en pacientes es
"limitante".
Pero "no tiene el mismo efecto en hombres que en
mujeres", ha manifestado la psico-oncóloga. "El impacto es mucho
mayor en mujeres, igual que la connotación social también es diferente",
ha añadido.
La pérdida de pelo producida por el tratamiento
quimioterápico "se suele asociar con los cánceres de pulmón, mama y
próstata", según González. En este sentido, según los datos
proporcionados, utilizan el sistema de enfriamiento capilar un 90 por ciento de
mujeres y un 10 por ciento de hombres.
Por su parte, la jefa del Servicio de Oncología
Radioterápica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, la doctora
Escarlata López, que ha comparado el sistema con hitos como "la
reconstrucción inmediata después de una mastectomía", ha hecho hincapié en
el "compromiso que tenemos que tener con nuestros pacientes para mejorar
su atención". Los pacientes "se curan, pero además de curarse
queremos que tengan la mejor calidad de vida", ha concluido.